Hay muchos tipos diferentes de envases disponibles para su producto; a veces, elegir entre una caja y una botella puede ser una obviedad. Pero a veces no lo es.
Aquí te contamos algunos aspectos que debes pensar al seleccionar el tipo de empaque adecuado para su producto.
El producto
¡Claro, es lo primordial! Si tu producto es líquido, eso limitará sus opciones de empaque. Aunque, se puede ser muy creativo al momento de elegir tipos de empaques. Por ejemplo, ¿has visto el shampoo en sobrecitos? ¿el dulce de leche o la gelatina en pequeños sobrecitos plásticos para ser succionados? ¿o las bolsitas de jugo?
La competencia
¿Toda tu competencia tiene su producto en una lata? Te costará mucho pensar en poner tu producto en otro tipo de empaque.
Por un lado, si cambias el tipo de empaque, te hará destacar, lo que podría ayudarte a diferenciarte. Por otro lado, los consumidores están acostumbrados a las latas de ese tipo de producto y las tiendas de comestibles están configuradas para almacenar latas en su sección de ese producto, lo que puede significar que tu producto estará librando una batalla cuesta arriba.
El presupuesto
Recuerde siempre tener en mente al cliente ideal: si tu producto se venderán por $ 12 cada uno, una caja simple y económica es probablemente su mejor opción. Pero si son, por ejemplo, recuerdos de oro hechos a mano, que está vendiendo por $ 100, es mejor que aumente su presupuesto y opte por esa caja de lujo.
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